Las Notas de mi Piano "Las teclas que vibran de emoción gracias a El"
Hace algunos años atrás encontré un piano. Era un día nublado y había lloviznado un poco esa mañana. Me acerqué a ese viejo piano con poca esperanza de que sirviera. Se veía bastante despintado, como si hubiera sufrido el sol o la intemperie por muchos días. El piano estaba enfrente de una casa, y decidí preguntar a sus dueños si de verdad se estaban deshaciendo de él. La dueña, me explicó que habían querido donarlo al Ejército de Salvación, pero ellos, cuando vinieron a buscarlo, se dieron cuenta que el piano tenía una tecla que no servía y por esa razón no se lo podían llevar. Yo le dije que sería un lindo proyecto para mi; pues me gustaba mucho la música y por supuesto tocar el piano; entonces ella, muy amablemente me lo regaló.
Esto me hace pensar mucho en algunos de nosotros. Vivimos, hacemos cosas, reímos, lloramos, construimos, crecemos y así se nos escucha, y así se nos pasa la vida. Hasta que aparecemos todos viejos, despintados y descartados en el de este patio del mundo.
Entonces viene alguien, nos arregla, nos pone color nuevo y hasta nos repara alguna tecla. Ahora sí! Parece que todo está bien, pero... no se nos escucha bien. Nos enfadamos seguido, nos estresamos por nada y desentonamos con todo. Parecía que estaba todo bien, pero como las teclas del piano, necesitamos una afinación.
Quizás, deberíamos preguntarnos si esta bien nuestra forma de hacer música. Si es correcta nuestra forma de vivir. Solo un buen músico se dará cuenta del error. Quizás, esa sea la razón por la cual somos tan individualistas. Sonamos bien… pero solos. Quizas, deberíamos descubrir que hay otra forma de hacer música con nuestras vidas. La forma correcta!
Pasaron muchos años desde aquel dia. Lo desarmé por completo, le arreglé la tecla que no andaba, le saqué la pintura vieja, lo pinté, le arreglé una parte de la madera que sostiene las patas y después de mucho sufrir... (porque mi esposa estaba cansada de ver ese piano todo desarmado en el garage de la casa… Hasta una vez pensó en tirar las teclas del piano para que yo me desanimara y terminara tirando todo el piano!), pero como les decia, despues de mucho sufrir, arreglé ese piano y quedó como nuevo!.
Recuerdo la vez que lo entré a la sala de la casa… Que belleza!, sonaba muy bien! y se veía hermoso!. Pero al tiempo me di cuenta de algo… Cuando quise usar el piano para tocar una canción que conocía, me di cuenta que todas las teclas estaban un tono o dos, fuera de la afinación correcta..., el piano estaba desafinado!, pero sonaba bien; solo que en su propio tono!.
Entonces viene alguien, nos arregla, nos pone color nuevo y hasta nos repara alguna tecla. Ahora sí! Parece que todo está bien, pero... no se nos escucha bien. Nos enfadamos seguido, nos estresamos por nada y desentonamos con todo. Parecía que estaba todo bien, pero como las teclas del piano, necesitamos una afinación.
Quizás, deberíamos preguntarnos si esta bien nuestra forma de hacer música. Si es correcta nuestra forma de vivir. Solo un buen músico se dará cuenta del error. Quizás, esa sea la razón por la cual somos tan individualistas. Sonamos bien… pero solos. Quizas, deberíamos descubrir que hay otra forma de hacer música con nuestras vidas. La forma correcta!
Hace 30 años, me di cuenta que estaba como mi piano… solo, creyendo que sonaba bien y desafinado!. Pero vino un dia a mi vida el mejor de todos los músicos; arregló las teclas rotas de mi vida, me afinó y me hizo vibrar de emoción!. Con un sonido diferente!. Tenía 17 años y sufría mucho por algunos problemas en mi hogar, me juntaba con amigos que también sufrían como yo. Quería ser feliz y disfrutar la vida… Quería sonar bien pero la vida no parecía tener sentido hasta que me acerqué a Dios y… WOW!! El Músico divino me cambió, me dió una vida nueva, una esperanza nueva y un destino eterno!. Y cada dia que pasa me sigue dando más!
De esto se trata este blog!. Solo compartir y compartir mucho… las notas de mi piano, las teclas que vibran de emoción gracias a Él
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